domingo, 11 de septiembre de 2022

SINOPSIS HISTORICA DEL FÚTBOL EN ÁGUILAS ( águilasnoticias.com Mateo Casado Baena 19/08/2008/)

 

 SINOPSIS HISTORICA DEL FÚTBOL EN ÁGUILAS

 

 

 

 

En Águilas siempre ha existido una gran afición al fútbol. Este deporte se originó en Inglaterra a comienzos del siglo XIX cuando el primer reglamento fue compilado por alumnos de varias universidades reunidos en el Trinity College de la universidad de Cambridge en 1848. En la década siguiente, se formaron varios clubes que jugaban entre si, destacando el Sheffield Football Club y el de la universidad de Uppingham. En 1863, se formó la Football Association y en 1886 se llegó al acuerdo de adoptar el reglamento que, con algunas modificaciones, se usa aún hoy en todos los países del  mundo. La Fédération Internationale de Football Association (FIFA) quedó formada en París en 1904 en la que todos los países firmantes se comprometían a usar las mismas reglas del juego.

Siguiendo el ejemplo de los ingleses, en España se constituyó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en 1904, encargada de la creación del primer equipo nacional español y de coordinar la Copa del Rey. La primera liga tuvo lugar en 1928 en la que participaron diez equipos nacionales: Real Madrid, Barcelona, Arenas de Getxo, Real Unión, Real Sociedad, Athletic Bilbao, Atlético Aviación, Español, CE Europa y Racing de Santander.

El juego pelota (como se llamaba en Águilas al deporte) fue introducido en Águilas a finales del siglo XIX por los ingleses que comenzaban entonces a afincarse en el pueblo para dedicarse a la planificación de la línea ferroviaria Águilas-Lorca-Baza, a la construcción de un embarcadero de mineral en el Hornillo y a negocios relacionados con el esparto. Inicialmente los impulsores más destacados de este deporte fueron los esparteros Gray y MacLean y el ingeniero del ferrocarril don Jorge Boag. Los primeros partidos se jugaban en el llano que existía entre la fábrica de MacLean (frente al bar de la Cigarrilla) y la rambla que desemboca junto a la residencia de la compañía minera Bacares. El primer equipo estaba compuesto por jugadores aguileños e ingleses de los que se recuerda Chimito (diminutivo del inglés Jimmy), aunque seguramente también habría algún Glover, Gillman o Naftel. Entre los locales que formaron parte del primer equipo estaban el Chacho y Pedro Luna (jugadores) y Paco Martí Lloret (secretario del club). 

Cuando se inaugura el campo del Rubial en 1913 ya formaban parte del equipo aguileño varios jóvenes que reemplazarían a los jugadores que habían constituido el histórico primer conjunto. Otros se incorporaron después de haber practicado este deporte en Inglaterra donde viajaron para aprender inglés. Esta segunda hornada contaba con los hermanos Monterúo, Agustín Muñoz García (Agustinito) y su primo Bartolo Muñoz.

La época de oro del fútbol aguileño tuvo lugar en los años veinte y principio de los treinta. En aquellos tiempos el equipo era invencible en toda la región, incluyendo a conjuntos de Alicante, Cartagena, Murcia y Orán, en el norte de África. Al regreso triunfal de un torneo en la ciudad argelina, los jugadores fueron recibidos por la banda de música local. En este tiempo juegan en el Águilas, entre otros, el defensa Cano, los delanteros Buitrago y Piri, el extremo Rayo y el portero Guatch.

En los años cuarenta el equipo se reorganiza después de la Guerra destacando el defensa central Juanito de la Rosa que fue candidato a la plantilla del Atlético Aviación (luego Atlético Madrid). Otros jugadores que empiezan a jugar en este tiempo fueron el mediocentro Sánchez, el delantero Mané y el defensa Rodríguez. Este último tenía por costumbre despejar el balón bombeándolo a las nubes para hacer avanzar a la línea delantera. Un partido histórico de entonces fue el jugado contra la tripulación del vapor inglés Baron Douglas a quienes se les ganó por once a cero. Desde entonces existe la expresión entre los aficionados del pueblo de “te vamos a meter más goles que a los ingleses.”

A principios de los cincuenta el plantel de jugadores alcanza un buen nivel de calidad. En estos tiempos, el Águilas compite en torneos regionales disputándose los primeros puestos con el Alcantarilla (que alineaba a los hermanos Sornichero), el Naval de Cartagena y el Ilicitano. De esta época son los porteros Casuco, Enrique y Aullón, los hermanos Mimo y Fonfi (delanteros), los hermanos Ayala (uno interior y el otro extremo izquierdo) y los medios Boni y Lego. Los partidos eran anunciados en una pizarra que se colocaba en la puerta del bar Alhambra y por medio de prospectos (octavillas) impresas por Tip. Alarcón y repartidas por el Mosquito. Las crónicas eran escritas por don Agustín Muñoz que era el corresponsal del diario Línea. Los chiquillos de entonces se colocaban cerca de la puerta del Rubial para ver si algún adulto los “pasaba” sin pagar. Otro medio de ver el partido gratis era subiéndose a las paretas detrás de la fábrica de la luz o esperando a que cayese algún balón fuera del campo. En el peor de los casos, teníamos que aguardar al último cuarto de hora del partido, cuando se abrían las puertas para todos.

En esta época había un gran número de aficionados por lo que se creó una liga local con equipos compuestos por empleados, ferroviarios, hiladores y pescadores (algunos de estos jugando descalzos) disputándose los partidos en un anchurón que había entre el huerto de don Jorge y la factoría de la estación. Los más pequeños jugábamos en la explanada del muelle o en el Rubial en partidos organizados por el Frente de Juventudes o por el cura don Andrés Cánovas. Juanito Gualda y Perico Caravaca eran los árbitros locales habituales. De esta afición salieron nuevos jugadores para el Águilas C de F, como Benítez, Ponce, Jareño, Escámez y Delgado. Más adelante destacaron Segovia, Cegarra, Antoñín y Nico.

Un hito en la historia futbolística del pueblo fue el partido entre el Real Madrid de Di Estéfano, Puskas y Gento contra un Águilas reforzado, tarde en la que brilló el defensa central Jareño por su colocación en el campo y sus perfectos despejes de cabeza. También gustó mucho a la afición un partido a beneficio del hospital de caridad organizado por nuestro muy guasón paisano Guillermo Calero entre un equipo de aguileños delgados, al que se le dio el nombre de “Chimenetta della Loma,” y otro de aguileños gordos al que llamaron “O Peñón du Roncadoiro.”

Fue en esta época cuando se contrataron jugadores de fuera por primera vez, en contra de la tradición aguileña de alinear únicamente futbolistas de la cantera local. Los primeros foráneos que vistieron la camiseta del Águilas fueron Lolín, Quetglas y de la Ossa. A partir de entonces, el Águilas perdió su clásico estilo playero de veloz ataque y rápido disparo a puerta que tantos éxitos cosechó en tiempos anteriores. Y así continuamos hoy cuando el equipo alinea principalmente jugadores de fuera. Lo único que nos queda ahora genuinamente aguileño es el Rubial, campo de imborrable historia y de inolvidables tardes de buen fútbol desde principios del siglo XX.

 

 

 

FUENTE: Águilasnoticias.com

(por mateo casado baena 19/08/2008)